Rincón Infantil
Bebes & Niños
Mi Primera Papilla
Lavarse siempre las manos ante cualquier manipulación alimenticia para evitar la transmisión de agentes infecciosos de nuestras manos a la comida del bebé.
Empezar con un volumen de 60 centímetros cúbicos o mililitros de leche, en el que se trituran 50g de pera y 50g de manzana, que son las frutas más dulces. ( Si se desea cambiar el tipo de fruta, que no sean ácidas)
Se puede utilizar la misma leche materna,( utilizando un sacaleches, de fácil adquisición en farmacia) o leches adaptadas a bebés. Ambos tipos de leche deben estar a una temperatura de unos 30º C, para que el bebé no reciba la impresión de un alimento frió.
La persona que administra la papilla, debe crear un clima agradable, tranquilizador y de felicidad para el niño ayudándose de frases llenas de cariño.
El volumen anteriormente indicado es suficiente para el primer o primeros días y a continuación se puede dar una toma de pecho o biberón que complete la dosis de unos 250 ml que esta tomando el bebé.
Si algún niño rechaza este tipo de preparación se puede suavizar más hirviendo un poco la fruta. ( La buena aceptación que tienen los potitos preparados se debe a que durante el proceso de esterilización la fruta queda ligeramente cocida)
A la papilla de frutas no debe añadirse nunca galletas ya que estas contienen gluten (proteína cereal) y otro tipo de aditivos y grasas que se deben incluir más tarde.
Tras un par de días con esta papilla se pueden añadir 30g de plátano al que se le quitará el corazón ya que su constitución fibrosa puede ser indigesta para el niño.
En el plazo de una semana o quince días debe conseguirse un volumen de papilla de unos 250ml, con una cantidad de leche de 90/100ml, más la adición de fruta variando en composición y porcentaje para que resulte ligeramente variada.
En cuanto a la consistencia se seguirá la misma pauta de adaptación, al principio más liquida y progresivamente se irá haciendo más densa, al igual que a la hora de suministrarla, se utilizará la cucharilla hasta que el niño se canse y el resto con biberón, de esta manera conseguiremos que el bebé consuma toda la cantidad preparada.
A las tres primeras frutas se les ira introduciendo de una en una las siguientes ( recomendadas para el primer año de vida): uva, albaricoque, melocotón, sandia y ciruela, haciendo distintas combinaciones para "educar" al niño en la variedad.
Es muy importante lavar, pelar y eliminar pepitas o partes defectuosas de la fruta.
Otras frutas como la fresa no se deben incluir el primer año para evitar alergias. Pasado el primer año se pueden introducir lentamente otras frutas incluidas las tropicales (mango, papaya,...).
Los cítricos se pueden seguir administrando como bebida entre horas, por ejemplo unos tres cuartos de hora o media hora antes de la toma del mediodía. En este plazo de tiempo se han digerido a nivel de estomago, tienen un efecto de aumentar el apetito y el bebe se va acostumbrando a otros líquidos diferentes a la leche. Una dosis de 50ml al día es muy recomendable.
Se puede utilizar la misma leche materna,( utilizando un sacaleches, de fácil adquisición en farmacia) o leches adaptadas a bebés. Ambos tipos de leche deben estar a una temperatura de unos 30º C, para que el bebé no reciba la impresión de un alimento frió.
La persona que administra la papilla, debe crear un clima agradable, tranquilizador y de felicidad para el niño ayudándose de frases llenas de cariño.
El volumen anteriormente indicado es suficiente para el primer o primeros días y a continuación se puede dar una toma de pecho o biberón que complete la dosis de unos 250 ml que esta tomando el bebé.
Si algún niño rechaza este tipo de preparación se puede suavizar más hirviendo un poco la fruta. ( La buena aceptación que tienen los potitos preparados se debe a que durante el proceso de esterilización la fruta queda ligeramente cocida)
A la papilla de frutas no debe añadirse nunca galletas ya que estas contienen gluten (proteína cereal) y otro tipo de aditivos y grasas que se deben incluir más tarde.
Tras un par de días con esta papilla se pueden añadir 30g de plátano al que se le quitará el corazón ya que su constitución fibrosa puede ser indigesta para el niño.
En el plazo de una semana o quince días debe conseguirse un volumen de papilla de unos 250ml, con una cantidad de leche de 90/100ml, más la adición de fruta variando en composición y porcentaje para que resulte ligeramente variada.
En cuanto a la consistencia se seguirá la misma pauta de adaptación, al principio más liquida y progresivamente se irá haciendo más densa, al igual que a la hora de suministrarla, se utilizará la cucharilla hasta que el niño se canse y el resto con biberón, de esta manera conseguiremos que el bebé consuma toda la cantidad preparada.
A las tres primeras frutas se les ira introduciendo de una en una las siguientes ( recomendadas para el primer año de vida): uva, albaricoque, melocotón, sandia y ciruela, haciendo distintas combinaciones para "educar" al niño en la variedad.
Es muy importante lavar, pelar y eliminar pepitas o partes defectuosas de la fruta.
Otras frutas como la fresa no se deben incluir el primer año para evitar alergias. Pasado el primer año se pueden introducir lentamente otras frutas incluidas las tropicales (mango, papaya,...).
Los cítricos se pueden seguir administrando como bebida entre horas, por ejemplo unos tres cuartos de hora o media hora antes de la toma del mediodía. En este plazo de tiempo se han digerido a nivel de estomago, tienen un efecto de aumentar el apetito y el bebe se va acostumbrando a otros líquidos diferentes a la leche. Una dosis de 50ml al día es muy recomendable.
- RECOMENDACIONES IMPORTANTES
- A la papilla de frutas no debe añadirse azúcar ni miel.
- Durante el primer año de vida no se debe añadir a ningún preparado ni sal ni azúcar.
- La papilla de frutas se administrará hasta que el niño manifieste claramente que no la quiere más.
- Es muy difícil que un niño de uno o dos años tome la cantidad de fruta que se le administra con la papilla triturada.
- Debido al aporte vitamínico de las papillas de fruta es bueno esperar al máximo para sustituirla.
- Cuando el niño tiene la capacidad de masticar y abandona la papilla se debe incluir como postre en las comidas.
- Para prolongar el tiempo de aceptación de la papilla variar su composición alternando además de la fruta, la base láctea sustituyendo la leche por yogures adaptados a bebés, cuya composición en cuanto a grasa es más saludable para él.
- Una innovación muy aceptada por la mayoría de niños es introducir una pequeña cantidad de queso después de la papilla de fruta. Empezar por los quesos frescos o petit-suisse adaptados para el primer año de vida y más adelante quesos desnatados en porciones, batiéndolos y diluyéndolos un poco en leche o agua hasta darles la textura de un petit-suisse. Esta combinación gastronómica de tomar queso después de la fruta es deliciosa y así el bebé se habitúa a un alimento tan saludable como el queso.